Capadocia, región turística de Turquía, recibe millones de visitantes domésticos e internacionales cada año. Al centro, en una posición muy estratégica, domina el castillo de Uçhisar. ¡Es la cima de Capadocia, pero también su puerta de entrada! Anteriormente, era un puesto de control de la ruta real durante el imperio persa y después de la ruta de la seda durante el imperio selyuquia. Uçhisar siempre se desmarco por su importancia en la historia. Capadocia y Uçhisar, que también es un pueblo, fueron añadidos al patrimonio mundial del UNESCO en 1985.
Primero, los Romanos excavaron el castillo y construyeron habitaciones, casas, refugios, depósitos de comida, tumbas… era un verdadero lugar de vida. También era un sitio de defensa muy estratégico contra las invasiones árabes y funcionaba como puesto de control y de defensa: se guardaban unas piedras muy largas en la punta para rodarlas cuando empezaba un ataque. Durante los periodos de paz, las familias de los alrededores iban a vivir ahí. Gracias al primer censo llevado a cabo en 1530, hoy se sabe que en el castillo vivían unas 3000 personas hasta los años 1950 – 1960, cuando el gobierno turco emprendo políticas de realojamiento con el miedo a que hubiese deslizamientos de tierra.
Uçhisar, apodado como “perla de la Capadocia”, se encuentra a 7 kilómetros de Nevsehir y se conoce como el lugar donde se pueden observar las mas bonitas puestas del sol. Se acude al castillo tomando las escaleras que cuentan una centena de escalones… pero de verdad vale la pena, porque entonces se puede observar todo el panorama de la región: el valle rojo, Ortahisar, Ürgüp, el volcán Topuz, las chimeneas de Göreme… es el único lugar donde se puede contemplar el volcán Erciyes y el volcán Hasan al mismo tiempo. Entonces, el valle coge diferentes colores, el espectáculo es feérico. No se puede decir ni una sola palabra delante un paisaje tan magnifico.
Aparte de su ubicación ideal, se encuentra en el pueblo de Uçhisar muchos restaurantes que organizan unas “noches a la turca”, con espectáculos de baile folclórico, talleres de alfarería, de música… o también tiendas y hoteles de los más lujosos construidos en la roca.